
No se cansa nunca el mar
de chocar contra la roca
con su espuma, con sus olas;
ni la roca de aguantar.
Sencillamente, se moja.
Se complace en esperar
a que baje la marea
y se pueda solear,
auque sean unas horas,
cubierta de algas y arenas.
Resignada a soportar,
de nuevo, las embestidas...
¿No es la vida como el mar
y nosotros como rocas?
Simplemente hay que esperar
bajamar. Una tras otra.
*
2 comentarios:
Cuánta razón... cuánta verdad...
La roca lo aguanta todo pero se desgasta poquito a poco y hay veces que, sin que nadie la escuche, se pone a gritar...
Es la embestida de las olas las que tapan sus gritos pero ella grita cuando no puede más...
1beso
sublime
gracias por regalarnos bellas palabras y sentidos pensamientos
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