lunes, 28 de julio de 2008

Veleros negros




Si hoy se pudieran leer mis pensamientos
cruzando erráticos los surcos de mi frente
como se ven cruzar por el mar los veleros,
serían sus velas de un negro deprimente,
oscureciendo aún más un cielo ya plomizo.

Virando sin compás, enloquecidamente,
con peligro, sin sentido ni rumbo fijo.

Cabalgando en un océano inmenso y espeso
de gigantescas olas de metal líquido.

Casi deleitándose temerariamente,
entre luz de relámpago y ruido de trueno,
con morboso deseo de que un torbellino
hacia un fondo opaco e insondable lo absorbiese.

Si hoy y ahora pudieseis ver mi pensamiento
como un velero cruzando el mar de mi frente
os daríais cuenta que, lamentablemente,
no enfila a horizonte, ni a Ítaca, ni a puerto.
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martes, 8 de julio de 2008

La cara norte



Por muy bien que nos situemos
siempre hay una vertiente norte
en cuya penumbra se esconden
mentiras, vergüenza y secretos.

Aunque en afán de broncearnos
frecuentemente volteemos
de nuevo van, por propio peso,
a la cara norte posando.

Cierto que es la más atractiva,
la más oscura y peligrosa.
También victoria clamorosa
si alcanza la cumbre esa vía.

Pero, como en una moneda,
convivimos con cara y cruz.
A ratos sombra a ratos luz,
en pos siempre de alguna meta.
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