Se alinearon los planetas
en plano astral y cósmico
y nadie en la tierra
alertó del pronóstico.
Sus órbitas invirtieron
las lunas y los cometas.
Los astrónomos no supieron
dar razón, a ciencia cierta,
de los acontecimientos.
Ni los sapientes, respuestas.
Salió el sol por el oeste
y mostró su cara oculta
nuestro leal satélite.
Ciencia y religión disputan:
- Cataclismo, Apocalipsis -
Siempre aparece un granuja
que ve ventaja en las crisis.
Más se cansó Helios Megisto
de Faetón y sus juegos
y obligó a su hijo díscolo
a ordenar los elementos.
Regresó todo a su sitio.
Hoy se cree que es leyenda
o un relato onírico,
pero un día, hace ya tiempo,
giró al revés nuestra esfera.
Y sucederá de nuevo.